¿Qué es una gran banda? ¿La que vende muchos discos? ¿Aquella que mantiene un nivel alto de calidad en todos sus trabajos? ¿La que con tan solo uno o dos largos consigue perdurar en el tiempo? ¿La precursora de un nuevo estilo?.
Es una difícil pregunta, aunque yo estoy convencido de que todas las respuestas anteriores son correctas. Para la primera valdría U2, para la segunda The Beatles, para la tercera Nirvana y para la cuarta Korn por poner algunos ejemplos. No creo que sea un solo concepto o una sola cualidad la que le otorgue a una formación tan importante apelativo, "GRAN".
Mi reflexión sobre este tema está apoyada en una sensación que me asalta desde hace ya algún tiempo. Escucho muchos discos, temas sueltos en spotify, en bandcamp, en myspace, youtube y tengo la sensación de que la música ahora mismo se encuentra en una encrucijada acerca de qué es más interesante para un grupo, si la calidad, la cantidad o la separación en el tiempo de sus composiciones. Antiguamente una "gran" banda como las antes citadas podría perfectamente esperar cuatro o cinco años entre disco y disco. En este momento la industria musical ha dado un giro de 360 grados y el permitirse estos lujos le puede costar a un grupo prometedor el caer en el olvido ante la feroz inmediatez del mercado musical. Muchos grupos optan por editar un Ep de cuatro o cinco temas cada seis meses. Esto es debido a algo tan simple como que ya no se gana dinero vendiendo discos, sino tocando. Si editas varias veces al año, las opciones de girar se multiplican y el gancho de ofrecer nuevos temas en directo cada pocas fechas te garantiza público fiel e interés por parte de los medios. ¿Contrapunto negativo a esta manera de afrontar las composiciones? Se eliminan los grandes Lp's de la ecuación.
Esta disyuntiva es la que me ha llevado a concluir que hace mucho tiempo que no escucho nada parecido a una de esas grandes bandas de las que todos tenéis ahora mismo en la cabeza. De hecho, me atrevería a decir que la última que he conocido es Muse. Doy por supuesto que muchos de vosotros pensaréis que de eso nada, que hay tal o cual grupo que merece ese apelativo y que estoy equivocado. Cuento con ello porque esto es un artículo de opinión y no pretende ser dogmático. Es solo una impresión personal que cada día se hace más fuerte.
Internet nos ha traído el maná, música ilimitada, discos que llueven del cielo o más bien de la nube, listas de artistas. Apúntate al feed de NME, de Pitchfork, intenta seguir el ritmo de publicación que hay hoy en día. Listas de los 100 grupos que van a triunfar en tal año. Comprobad por gusto cuantos se han quedado en el camino. Os diría que 98 y dos que ya veremos si aguantan el segundo asalto. No creo que sea tanto culpa de las bandas, una buena parte es nuestra porque hemos olvidado cómo se escucha un disco y cómo se forja la leyenda de un grupo. Abandonamos los largos por listas de Spotify, los escuchamos por encima y si no nos convence al 100% a otra cosa mariposa. Imaginad que mañana se publicara el Aenima de Tool. ¿Serían tan grades como lo han sido? ¿Se le habría dedicado el tiempo necesario para digerirlo? Lo dudo mucho. El Parklife de Blur, ¿sería un disco abanderado del brit-pop o tan sólo sería otra banda a compartir USB con Kassabian, Kaiser Chiefs y Bloc Party?
¿Valorábamos demasiado algunos discos porque nos costaban 3.000 pelas o lo hacíamos porque los escuchábamos con detenimiento y hasta el final? ¿Cuanto hace que no llegáis al último tema de un Lp?
Ojo, yo soy el primero que defiende internet y la maravillosa oferta que nos trae consigo, pero pienso que un poco de coto a las descargas no sería del todo malo. Si se rebajara algo el precio del servicio en sí, podrían plantearse otras alternativas. Si la conexión a la red costara alrededor de 15 eur.- y a partir de ahí se nos ofrecieran paquetes de descargas es posible que nos hiciéramos algo más selectivos y cuidadosos a la hora de escuchar música. Si por ejemplo tuvieras un paquete de descarga de discos de 1gb (entre 8y 12 discos al mes) por 10 eur.-, seguramente que afinaríamos bastante a la hora de valorar qué bajarnos. En estos momentos escuchas una canción que te gusta y es más fácil bajarse la discografía entera que buscar un tema suelto. De este modo no descargaríamos por descargar, valoraríamos más el contenido porque lo pagaríamos. Yo lo equiparo al Gol Tv por ejemplo. Tú pagas por la TV por cable un precio (ese sería el precio de internet) y luego 15 euros por los partidos. Esto sería igual pero con la música. También podrían ofertarse paquetes de descarga de cine, series, documentales, etc... Cómo se repartan luego el pastel las discográficas ya no es cosa nuestra o, ¿acaso sabéis el dinero que reciben los clubes de futbol? No, solo pagáis el canal y ellos se lo reparten. De esta manera los autores cobrarían, nosotros volveríamos a ser un poco más sibaritas con lo que escuchamos y por supuesto los grupos que quisieran seguir regalando la música podrían hacerlo sin problemas.
Soy consciente de que no debe ser tan sencillo encontrar una solución a todo esto, pero si los dirigentes de las discográficas siguen mirándose las caras seguro que no van a conseguir nada. No se trata de acabar con Internet, se trata de adaptar una industria obsoleta a los nuevos tiempos, se trata de conseguir convivir en armonía con el progreso. Y de paso que vayan tomando nota las editoriales porque vender libros digitales a 9 y 10 euros equivale a no haber aprendido nada de lo que le ha pasado a la música.
Y con esta divagación post-verano, os anuncio mi vuelta al curso. Espero que venga cargado de buenas bandas y alguna sorpresa que otra!
Un abrazo a todos y feliz vuelta!
Tool - Aenima
Blur - Parklife
Esta disyuntiva es la que me ha llevado a concluir que hace mucho tiempo que no escucho nada parecido a una de esas grandes bandas de las que todos tenéis ahora mismo en la cabeza. De hecho, me atrevería a decir que la última que he conocido es Muse. Doy por supuesto que muchos de vosotros pensaréis que de eso nada, que hay tal o cual grupo que merece ese apelativo y que estoy equivocado. Cuento con ello porque esto es un artículo de opinión y no pretende ser dogmático. Es solo una impresión personal que cada día se hace más fuerte.
Internet nos ha traído el maná, música ilimitada, discos que llueven del cielo o más bien de la nube, listas de artistas. Apúntate al feed de NME, de Pitchfork, intenta seguir el ritmo de publicación que hay hoy en día. Listas de los 100 grupos que van a triunfar en tal año. Comprobad por gusto cuantos se han quedado en el camino. Os diría que 98 y dos que ya veremos si aguantan el segundo asalto. No creo que sea tanto culpa de las bandas, una buena parte es nuestra porque hemos olvidado cómo se escucha un disco y cómo se forja la leyenda de un grupo. Abandonamos los largos por listas de Spotify, los escuchamos por encima y si no nos convence al 100% a otra cosa mariposa. Imaginad que mañana se publicara el Aenima de Tool. ¿Serían tan grades como lo han sido? ¿Se le habría dedicado el tiempo necesario para digerirlo? Lo dudo mucho. El Parklife de Blur, ¿sería un disco abanderado del brit-pop o tan sólo sería otra banda a compartir USB con Kassabian, Kaiser Chiefs y Bloc Party?
¿Valorábamos demasiado algunos discos porque nos costaban 3.000 pelas o lo hacíamos porque los escuchábamos con detenimiento y hasta el final? ¿Cuanto hace que no llegáis al último tema de un Lp?
Ojo, yo soy el primero que defiende internet y la maravillosa oferta que nos trae consigo, pero pienso que un poco de coto a las descargas no sería del todo malo. Si se rebajara algo el precio del servicio en sí, podrían plantearse otras alternativas. Si la conexión a la red costara alrededor de 15 eur.- y a partir de ahí se nos ofrecieran paquetes de descargas es posible que nos hiciéramos algo más selectivos y cuidadosos a la hora de escuchar música. Si por ejemplo tuvieras un paquete de descarga de discos de 1gb (entre 8y 12 discos al mes) por 10 eur.-, seguramente que afinaríamos bastante a la hora de valorar qué bajarnos. En estos momentos escuchas una canción que te gusta y es más fácil bajarse la discografía entera que buscar un tema suelto. De este modo no descargaríamos por descargar, valoraríamos más el contenido porque lo pagaríamos. Yo lo equiparo al Gol Tv por ejemplo. Tú pagas por la TV por cable un precio (ese sería el precio de internet) y luego 15 euros por los partidos. Esto sería igual pero con la música. También podrían ofertarse paquetes de descarga de cine, series, documentales, etc... Cómo se repartan luego el pastel las discográficas ya no es cosa nuestra o, ¿acaso sabéis el dinero que reciben los clubes de futbol? No, solo pagáis el canal y ellos se lo reparten. De esta manera los autores cobrarían, nosotros volveríamos a ser un poco más sibaritas con lo que escuchamos y por supuesto los grupos que quisieran seguir regalando la música podrían hacerlo sin problemas.
Soy consciente de que no debe ser tan sencillo encontrar una solución a todo esto, pero si los dirigentes de las discográficas siguen mirándose las caras seguro que no van a conseguir nada. No se trata de acabar con Internet, se trata de adaptar una industria obsoleta a los nuevos tiempos, se trata de conseguir convivir en armonía con el progreso. Y de paso que vayan tomando nota las editoriales porque vender libros digitales a 9 y 10 euros equivale a no haber aprendido nada de lo que le ha pasado a la música.
Y con esta divagación post-verano, os anuncio mi vuelta al curso. Espero que venga cargado de buenas bandas y alguna sorpresa que otra!
Un abrazo a todos y feliz vuelta!
Tool - Aenima
Blur - Parklife
2 comentarios:
muy de acuerdo con esta gran publicación!
uno de los de Adam's Apple ;D
Desde hace unos años si que se ha notado que muchos grandes artistas ya no se teman tanto tiempo entre trabajo y trabajo, siempre hacen algo y publican EP o hacen colaboraciones y eso es una de las cosas que me gusta de los tiempos que estamos viviendo. No hay que hacer como en los tiempos de The Beatles que cada 9 meses sacaban algo pero si cada dos años un nuevo trabajo es un buen ritmo. Se han dado cuenta que tienen que ponerse las pilas.
Porque el futuro pasa por tocar en directo y vender Merchandasing, el formato físico esta en la UVI y pronto morirá, y lo de pagar por bajarse cosas no va a triunfar mundialmente y en España muchísimo menos.
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