El sábado 29/6 acudí a la segunda edición del EMDIV festival que se celebró en Elda, la ciudad que me vio nacer. Lo que el año pasado fue casi una reunión de amigos con Dj's se había transformado en un cartelazo en el que se encontraban Izal, Second y Dinero, tres de las mejores bandas que se pueden encontrar hoy en día en nuestra escena independiente. Un festival humilde con unos organizadores que han intentado crecer con cabeza y mejorar la propuesta con respecto al año anterior conservando los pies en el suelo. Desde luego que de seguir en esta linea es más que probable que el EMDIV se consolide como una de las citas habituales en la locura festivalera que acompaña a los calores veraniegos.
Pero, a pesar de mi implicación emocional, ya sea por haber nacido en Elda o bien por conocer a personas íntimamente relacionadas con el festival, no todo va a ser alabanzas. Si este acontecimiento musical quiere llegar a ser grande de verdad, sus responsables tendrán que pulir algunos aspectos como las 3 horas de retraso con las que dio comienzo el evento o que nos quedáramos sin cerveza antes de las 12. Es verdad que siempre habrá cosas ajenas al control de nadie, cosas del diablo, pero convendría tener un plan B en caso de producirse. La experiencia es un grado, y con toda seguridad que habrán aprendido mucho de estos contratiempos. Tampoco nos rasguemos las vestiduras, esto pasa hasta en las mejores familias. Todavía recuerdo el Festimad en el que System of a Down comenzó a tocar, si no recuerdo mal, casi a las 5 de la mañana. La gente se volvió loca, yo pasé auténtico miedo, y estamos hablando de un evento mucho más grande que este. Por ello les animo a tomarse cada palo como una nueva posibilidad de afianzarse y ofrecernos el próximo año un poquito más y mejor.
Centrándonos en las bandas, las primeras en actuar se beneficiaron sin duda del retraso, puesto que se encontraron con bastante más publico del esperado. No es lo mismo tocar a las 20:00 horas que a las 17:00, por lo que supongo que algo bueno se puede sacar también de este contratiempo. Olivia Rock, grupo autóctono, abrió el festival aunque no tuve la suerte de poder verlos. Tanto ellos como Ukulele vieron recortadas sus actuaciones debido al retraso. Ukulele Clan Band, una de las revelaciones del pasado año, llenaron el escenario de buenas vibraciones y simpatía.
Ukulele Clan Band dándolo todo! |
Cyan también me sorprendieron gratamente. A pesar de ser una banda que, he de reconocer, desconocía, me dejaron muy buen sabor de boca. Un directo estupendo, rock que por momentos se tornaba pop, un vocalista entregado, sintetizadores y una puesta en escena más que correcta. Una muy buena sorpresa para un servidor. Confieso que tenía curiosidad por verles.
Cyan, una grata sorpresa |
Aproveché el receso que nos proporcionaron los Dj's del festival para descansar un poco, hidratarme y recobrar fuerzas. La muchachada bailó al son de los platos y lo pasó en grande mientras yo contaba los minutos que restaban para poder ver a Izal. Desde que escuché su disco, había fantaseado sobre cómo iba a saltar y desgañitarme con Prueba y Error, Extraño Regalo o Ajam.... Tengo treinta y muchos y tenía ciertas dudas de cómo me comportaría en el coso, quizás los años me harían mantener la compostura. Afortunadamente, nada más lejos de la realidad. Perdí la vergüenza en cuestión de segundos. Disfruté hasta el último acorde de esta excepcional banda. Sin sorpresas, todo transcurrió como imaginé. Los definen como Pop, como Rock, como Indie, pero creo que es una combinación casi perfecta de todo lo anterior. Momentos bailables, coros de mechero, folk trovadoresco y pop/rock en dosis adecuadas les elevan a la categoría de grupazo por lo que a mi respecta. Nada de promesas, una banda como la copa de un pino. Interpretaron dos temas nuevos, Jenna Fischer, que ya conocía el respetable e incluso pidió que tocaran antes de que lo hicieran y Tóxica, el cual os dejo a continuación. No es de gran calidad, pero algo es algo, ¿no?.
Izal, mucho más que una promesa |
Otro mínimo respiro y llegaron Second. Una banda con historia, varios largos y una dilatada experiencia tanto nacional como internacional. Debo confesar que no estoy muy versado en ellos, pero he de reconocer sus tablas sobre el escenario. Arrastran además una legión de fans que no se consigue de la noche a la mañana, lo cual ayuda mucho a crear el ambiente perfecto para un gran concierto. Con un sonido sólido, sin fisuras, y un público entregado, aportaron su experiencia y saber estar en el escenario. Desgranaron temas de su nuevo trabajo Montaña Rusa y nos llevaron al huerto con sus clásicos, que son apuesta segura.
Second, son legión... |
Una vez terminada la actuación de Second, abandoné mi posición brevemente para hacerme con una copa. Sorprendentemente brotaron algunas calvas entre el público que me permitieron recuperar una posición excelente para disfrutar del que, a mi juicio, suponía el plato fuerte del EMDIV. Y así fue.
Si no has tenido la suerte de ver a Dinero en directo, es casi imposible comprender la dimensión que ha alcanzado esta banda en tan solo dos largos. Son absolutamente atronadores, os lo juro por mis tímpanos. Se crecen en directo con una tablas que, dada su relativa juventud como banda, resultan casi insolentes. Es uno de los pocos grupos capaces de mejorar un disco de estudio tocando en directo. Uno a uno fueron cayendo temas de sobra conocidos por el respetable. Lo mismo, Vaya Panorama, 16 horas, Mentiras o Saboreal entre otras (por la que siento debilidad) fueron desgranadas para deleite de todos los presentes. Todas mejoradas, explosivas, incendiarias. Si estos chicos vinieran de Chicago o Los Angeles estaban ya llenando estadios a diario. Parece increíble que tres tipos puedan hacer tanto ruido, pero es la pura verdad. A pesar de que empezaron a tocar pasadas las 3 de la madrugada, su actitud y entrega fueron espectaculares, aunque eso es algo que ya no sorprende en ellos. Sean, con sus pintas de outsider y su lengua mordaz, cambiaba palabras clave en algunas letras provocando la sonrisa de los que prestábamos atención a los detalles. Rubén es pura energía, el Son Goku de los bajistas. No me extrañaría nada que un buen día ponga la rodilla en el suelo y salga volando, de verdad. Ekain es un martillo pilón, un virtuoso de las baquetas, el vértice que completa un triángulo perfecto en cuyo epicentro no quisieran estar vuestros oídos demasiado tiempo. Algún día,los organizadores del EMDIV volverán la vista atrás y serán conscientes de la suerte que tuvieron al poder disfrutar de una banda como Dinero en su festival.
Dinero, con tres cañones por banda |
Y poco más que contaros tras esta última actuación. Mi maltrecha espalda y el cansancio de mis colaboradores (Miguel Angel y Amaya) después de 9 horas de pie no nos dio para más. Volvimos a casa entre zumbidos, sudor y arena hasta en el último pliegue de nuestro cuerpo. Pero mereció la pena, siempre merece la pena...nos leemos en 2014.
Nos vemos en 2014!!!!! |
1 comentarios:
Muy buena crónica... si señor, sobre todo al tanto de los detalles ;)
Como asistente que fui, me encantaría que hubiera muchas más ediciones, me gusta la idea de tener un festival en Elda, y más con grupazos como los que vinieron. Ojalá cada vez traigan más y mejores!!!!!
Como sugerencia, quizás, comentaría que la sesión de dj's la dejaría siempre para el final, o poner una parte al principio y otra al final, pero nunca a mitad... se rompen los esquemas. Con todos los respetos, a mi se me pusieron los pelicos de punta cuando oí a kurt Cobain versión plato... casi me caigo al suelo!
Por lo demás mi ánimo a todos los organizadores que hicieron un gran trabajo pese a las adversidades (yo tb he ido a muchos festivales y ninguno ha salido perfecto) y enhorabuena a todos los colaboradores, patrocinadores, y gente, que como tú, oido, ponéis vuestro granito de arena para que la música siga siendo parte de nuestras vidas.
Musus!!
Publicar un comentario